Lo que Lara me enseñó
Gracias Lara...
Lara me enseñó mucho en la vida y a su lado aprendí:
- Lo que significa fidelidad, cariño incondicional. Estuvo a mi lado en todo momento, especialmente en las situaciones difíciles o de soledad.
- A amar a los animales y la naturaleza y a ser más agradecido con Dios por su maravillosa creación. Debemos amar y respetar a los animales y la naturaleza, es un regalo maravilloso poder disfrutarlos, sin hacerles daño, sin usarlos para hacer un negocio egoísta o para nuestras diversiones sanguinarias impulsadas por los vestigios de los restos del instinto primitivo que tenemos todavía.
- Que no se debe infravalorar a un ser vivo por ser un animal, al contrario, un animal puede enseñarnos mucho, ayudarnos en la vida y muchas veces cambiarla, como en mi caso Lara, que me llevó a tener una empresa en España con un nombre respetado y valorado.
- Que un animal es un ser vivo, con sentimientos, con deseos, que sufre, que se alegra, que se ilusiona.
- Que nosotros, los humanos, tenemos la tendencia de ser duros o desahogarnos con los débiles, con los que dependen de nosotros o con los que nos aman y eso no debería ser así. En los momentos de estrés y nervios a veces no me comporté bien con Lara, quizás la traté mal... Debemos respetar aun más a quienes nos aman y están firmes y fieles a nuestro lado.
- A ir por las carreteras con mucha prudencia, cuidando de no atropellar a ningún animal.
- A ayudar en todo lo que pueda a otros perros "hermanos de Lara", que andan como vagabundos abandonados por las calles y carreteras.
- A sufrir por los animales. Sufro cuando veo perros atados en una casa de campo a la que van sus dueños 1 ó 2 veces a la semana a llevarles agua y comida -si se puede llamar comida a las carcasas de pollo o al pan duro-. Sufro de ver la soledad de esos animales que están solos, atados con una cadena de un metro pasando así los pocos años que tienen de vida, para que ladren o cuiden la casa abandonada.
- A caminar, o mejor dicho, Lara me obligó a salir y a moverme, porque cada 3-4 horas tenía que sacarla. Sin ella yo hubiese estado todo el día, 15-16 horas “pegado a la silla” delante del ordenador trabajando, algo que no es bueno para la salud.
- Me enseño a comunicarme con los animales.